Las mujeres desde el comienzo de la historia, han sufrido todo tipo de discriminación solo por el hecho de serlo. Son muchos los factores que han influido en la creación de estereotipos de género, dando lugar a su asentamiento y arraigo, formando en consecuencia una sociedad marcada por prejuicios y atribución de roles. En el ámbito laboral, las féminas son objeto de numerosas exclusiones, directas e indirectas, cuyo hecho causante radica en el pensamiento erróneo sobre las capacidades de éstas, dando lugar a la imposición de todo tipo de trabas que obstaculizan el alcance de su éxito profesional y personal.
A lo largo del tiempo, el legislador (tanto a nivel nacional, como comunitario) se ha percatado de la situación, dictando normativa y adoptando medidas que pongan fin a la misma, pero sin embargo es necesario seguir dando pasos en la senda hacia la igualdad efectiva erradicando los estereotipos de género.
