No somos conscientes del mundo en el que vivimos y las ventajas con las que cuentan las nuevas generaciones. Las nuevas tecnologías que están llegando al día a día de las familias y la gran accesibilidad que tienen las personas para adquirirlas facilita mucho su forma de vida. Éstas, no solo han facilitado nuestro modo de vida sino que, también, lo han transformado completamente. Las personas se comportan de forma diferente en todos los aspectos de la vida en este siglo XXI. Este cambio de comportamiento ha influido en las personas como consumidores ya que su forma de comprar carece de similitudes con la forma de comprar del pasado y es la obligación de las empresas adaptarse a estas nuevas maneras de comportarse. Uno de los máximos responsables de este cambio es la aparición de Internet y la aplicación de este en las transacciones entre consumidores y empresas. El e-commerce ha llegado para quedarse ya que es un fenómeno que facilita los intercambios entre figuras económicas y proporciona un gran número de ventajas tanto a consumidores como a empresas. Un ejemplo claro de esta evolución y de la entrada del e-commerce en un sector es la moda. Este se ha adaptado de una forma excepcional a los nuevos tiempos y a la nueva sociedad que ha surgido gracias al auge tecnológico. Las empresas que pertenecen a este sector no sólo han sido unas de las más rápidas en introducirse en las plataformas digitales sino que han sido unas de las más efectivas identificando las nuevas necesidades y modos de comportamiento de los nuevos consumidores.
