2024-03-28T18:15:06Zhttp://buleria.unileon.es/oai/requestoai:buleria.unileon.es:10612/128662021-02-12T01:03:08Zcom_10612_17col_10612_20
Cobos, Mercedes
2021-02-11T08:39:59Z
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La maravilla escrita, Antonio de Torquemada y el Siglo de Oro (León, Astorga, 2003) / coords. Juan Matas Caballero, José Manuel Trabado Cabado, Juan José Alonso Perandones
84-9773-193-X
http://hdl.handle.net/10612/12866
Los dos editores a los que alude el título son verdaderamente dos de los más finos y abnegados de nuestras letras: Dámaso Alonso y José Manuel Blecua, editores respectivamente de Góngora y Quevedo, entre otros. Pocos trabajos tan arduos y meritorios como el llevado a cabo por el primero con la obra del genial cordobés. Y, sin embargo, Quien había allanado tantas dificultades y salvando tantos obstáculos, vino a tropezar con una vocecilla que no ofrecía ni la mitad de dificultad que cualquiera de los versos de Polifemo o las Soledades. Este detalle, que no pasaría de anecdótico, adquiere pronto mayor interés cuando advertimos que, años después otro gran estudioso como Blecua vuelve a dar un nuevo traspiés al salirle al paso en el mismo verso la dichosa palabreja. así, resulta curioso que dos de nuestros mejores editores y estudiosos de la poesía del Siglo de Oro fueran a tropezar en la misma piedrecilla.
Esa voz que hizo errar a tan curtidos editores se halla en el v. 49 de la "Silva al estío" de Francisco de Calatayud.
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Literatura
Sobre una vocecilla con la que tropezaron dos grandísimos editores y su posible interpretación con la ayuda del "Jardín de flores curiosas" y otros textos
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