2024-03-28T23:35:53Zhttp://buleria.unileon.es/oai/requestoai:buleria.unileon.es:10612/60302020-12-10T08:56:04Zcom_10612_17col_10612_18
Fuertes, Mercedes
2017-03-28T15:15:33Z
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2017-03-28
El Cronista, 2002, n. 23
http://hdl.handle.net/10612/6030
Atractivas evocaciones envolvieron siempre la mención del profesor. Junto al
ejercicio de una actividad, significado que comparte con otras profesiones,
“profesor” es quien enseña y trata de que se aprendan conocimientos; “profesar”
también expresa el hecho de mantener en el tiempo una actividad y “profesar” es
creer. De ahí, probablemente, el halo de cierto respeto que hayan tenido los
profesores que dedicaban su vida a la enseñanza porque creían en ella y, quizá,
también, por la singularidad de las pruebas que tradicionalmente había que
superar para alcanzar una cátedra universitaria. Hace años que esa voz es menos
usada y tratan de generalizarse otras denominaciones más toscas que, incluso,
se aglutinan en siglas para generar una pronunciación de extraña explosión o
regüeldo (por ejemplo, el PDI)
Derecho Administrativo
Universidades
Requiem por el profesor universitario
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